La última función

Hay veces que el destino está escrito de hecho estaba incluido en la agenda en una fecha todavía por determinar. De repente se presenta en la puerta sin avisar de su llegada y al poco se manifiesta en el redescubrimiento de un gran escritor, Luis Landero.

Empiezo a leer las primeras hojas de La última función, y me reencuentro con ese estilo inconfundible que le marca desde su obra inicial, la insigne Los juegos de la edad tardía.  Ese cariño por los personajes que le lleva a contarnos su historia desde su niñez, juventud, sus primeras ilusiones y éxitos, su evolución y crecimiento en la vida. De esta forma nos lleva a enamorarnos del personaje a meternos dentro de su piel y a acompañarlo en sus peripecias como si fuéramos uno mismo.

Por eso en el primer acto nos muestra la vida y obras de Tito Gil, un artista innato caracterizado por una voz prodigiosa, que cautiva a cualquiera que la escuche desde el primer momento, y que suple con creces su humilde imagen física donde poco destaca, la verdad. Se dice que quien lo escucha olvida su presencia e imagen y su turba ante la gracia y el dominio del verbo de esa fluida voz.

Por otra la vida malograda y desengañaba de Paula. Sus ilusiones se van apagando poco a poco en cada experiencia en la que se embarca. Sus amores, sus trabajos, sus sueños se van convirtiendo en rutina, en melancolía, en desengaños, salvo su última esperanza, esa última aventura todavía por vivir y que de pronto aparece, como el destino, de la manera más inesperada.

En el segundo acto el autor nos lleva a la unión, a la desembocadura en un mismo canal ambos cauces vitales y lo hace en un humilde y casi desparecido pueblo de la sierra castellana cercana a Madrid, San Albín, el lugar de nacimiento de Tito Gil, unos de esos lugares que por la inercia de la modernidad se fue despoblando y perdido sus encantos e historia en algunos momentos gloriosa gracias a una representación anual de una leyenda medieval que se ha transmitido oralmente de generación a generación y en la que todos sus habitantes intervienen. El Milagro y Apoteosis de la Santa Niña Rosalba.

Luis Landero con su fluido verbo y su capacidad de llevar a los personajes y situaciones a los extremos, haciendo que unos y otros se muevan por sus máximas ilusiones, por conseguir sus sueños más deseados, por hacer florecer su lado más creativo muchas veces olvidado, desarrolla la historia de forma fascinante culminando en un sueño, una ilusión, la de todo un pueblo que aunque desconoce que vive su canto del cisne, se embarca en esa fantasía de volver a representar de forma colectiva el Milagro de la Niña Rosalía.

Confieso que he disfrutado, que he leído con pasión cada frase, cada párrafo de esta magnífica novela. Me ha llevado a vivir tan buenas sensaciones y sentirme muchas veces sorprendido por los giros de la historia y su redondo final, que me quedo con ganas de seguir leyendo a este autor cuyo prestigio va creciendo libro a libro, aunque no sea tan conocido de cara al público en general.

Selecto grupo de amigos y seguidores de este blog, con este libro podréis disfrutar de la lectura, espero que os guste si lo hacéis y ya me contaréis.

Saludos @juanjesang

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